¡
Cuántos imprevistos de última hora! Parecía que todo se estaba rodeando para
que no llegáramos. Tantos días ensayando y esperando el momento para que a
María se le olvidara el papel, Dani estuviera enfermo, Francisco se equivocara
de camiseta…
¡A
correr toca para llegar a tiempo al autobús!
Efectivamente,
allí estaba el autobús, en el sitio acordado. El orientador del IES Juan de la
Cierva llamando desde su móvil al mío mientras sus alumnos y los del IES
Salvador Rueda nos miraban a través de las ventanillas.
Saludos
fugaces y a coger sitio. Unos al final y otros en sitios libres…así mejor, nos
mezclamos, que para eso hemos venido.
El
camino hasta Rincón de la Victoria nos sirvió para poner en común algunos
asuntillos sobre mediaciones pendientes y últimos acontecimientos relacionados
con posibles conflictos ¡Estos chicos no descansan!
Preciosas
vistas desde lo más alto de la Cala del Moral. Los chicos preguntan: ¿Es en la
cueva del Tesoro?
El
autobús para en la puerta del IES Ben Al Jatif. Buscando la entrada nos colamos
en la urbanización vecina jejejeje…
No
es un centro educativo corriente. Ya se notaba especial.
Mirad el detalle de las lámparas. En ellas se podían leer
mensajes como:
"En el sitio sabio que de saber rebosa y enseñar quiere"
"Final de etapa. Testigo de mis sueños. Grandes momentos"
Un laberinto de pasillos y escaleras que
desembocaban en un Salón de Actos poco corriente también. Llamaba la atención la
pendiente de la estancia. Abel estuvo muy gracioso con su intervención: “Sofía,
a mí me gusta más nuestro Salón de Actos, está más llanico. Aquí no se atreve
uno a levantar la mano para hacer una pregunta porque si me suelto de la silla
tengo la sensación de que me voy a caer de boca”
Nos
recibieron muy afectuosamente la directora y orientadora del IES Bezmiliana.
Nuestros chicos tomaron asiento junto a los alumnos y alumnas de dicho centro y
esperamos la llegada del resto.
Aquí los podéis ver preparados y dispuestos a descubrir.
Casi
eran las 10 cuando llegaron los grupos del IES Jorge Guillén y Alfaguar de
Torrox y del IES Almijar de Cómpeta. El Salón casi al completo. Cada
responsable de los distintos centros tomamos el micrófono e hicimos una pequeña
presentación.
Para
realizar las dinámicas de presentación y aprecio repartimos unas cartulinas de
colores y así conseguimos mezclarlos bien. Formamos grupos de aproximadamente
10 alumnos de distintos centros que pasarían por cada una de las dinámicas que
habíamos preparado.
Fijaos en esta foto, aquí podéis observar el desnivel de la estancia.
La
nuestra quedó muy chula. Primero tenían que presentarse diciendo su nombre y
una cualidad que empezara por la misma inicial del nombre y después se
dividirían en dos grupos. Cada grupo acordaría un nombre y lo representaría con
su cuerpo para que los demás lo acertaran y recordaran la cualidad.
¿Podéis adivinar qué dos nombres aparecen representados en estas fotos?
Aquí una dinámica de aprecio. Ya veis el buen ambiente que se vivió.
Después,
un breve descanso para desayunar y pasar a la actividad de formación en
Inteligencia Emocional que el director del IES Profesor Pablo del Saz de
Marbella, Leónides Gómez García, tenía preparada para nosotros.
Aquí lo
tenéis, este señor es de esas personas que tienen la capacidad de relajarse y a
la vez relajar con su sola presencia. Es como si tuviese un halo de algo que te
gustaría tener.
Nuestros chicos lo escuchan con atención.
Supo conseguir
silencio sin decir ni una palabra, nos hizo oír sonidos casi inaudibles, nos
hizo entender a los árboles, sentir como nuevas sensaciones cotidianas, nos
puso el vello en pie, hizo brotar alguna lágrima…en definitiva, nos hizo nacer
de nuevo.
Tengo
que destacar el silencio abrumador que se hizo en la sala a pesar de estar
repleta de adolescentes, cuando este señor consiguió que los chicos y chicas
descubriesen a Pablo Ráez y, a través de él, apreciar la vida sorbo a sorbo.
Aquí podéis ver distintos momentos de la actividad.
Un
baile colectivo y una canción:
“We are the champions” nos devolvió a la realidad
y puso fin a la actividad.
Destacar
con qué humildad este señor recogió sus cosas y se fue con una discreción que
sólo alguien con un mundo interior inmenso puede hacerlo. Gracias, señor
Leónides por esa lección.
Entregamos
un diploma a los chicos y chicas participantes.
Antes de
volver al autobús, un almuerzo. Aquí podéis ver el objetivo conseguido: efectivamente, se mezclaron. Hicieron nuevos amigos.
Y los profes disfrutamos de una agradable comida.
Y despedimos esta entrada con la foto de todo
el grupo. Esencialmente, un grupo de “buena gente”.
Después
de este paso, ya tenemos en mente la preparación del próximo encuentro “Mediando
en la Axarquía”